Barcelona Mañana
Un día de aquellos me desperté con la idea de que fracasaría el domingo, y decidí dar un paso al costado en este PTQ. ¿Por qué? Porque no jugué un solo torneo y no me tengo confianza. Mañana es el torneo y no jugaré, también, porque no quiero regalar 68 soles. ¿Es realmente un regalo si es que jugaré el juego de mis amores? Sí y no. Sí, porque el que lo sea no implica que haga un gasto innecesario cuando no soy Jimmy ni Vincenzo que tienen pozos petroleros y que esa cantidad es más barato que sacarse una cana. No, porque estaría pagando por la posibilidad, muy remota, de tener suerte por un día entero y ganar un pasaje que me gustaría tener, pero que no me quita el sueño tenerlo; y porque, después de todo, jugar un torneo de peso siempre es divertido.