Mazo Colgado

Como era de esperarse, el gran Miguel Gutierrez barrió mesa en su categoría y se coronó, sin problemas, como el Rookie del año 2016. Ahora tiene la responsabilidad de demostrar que estas votaciones no se equivocan y debería hacer un papel extraordinario en el 2017. Creo que casi todos esperamos que lo logre, ya que no queremos dejar de ver su sensualidad magnética que nos hace temblar las piernas cada vez que oímos su nombre o, peor aun, cuando lo vemos.

La época del año ha llegado. Los premios comienzan a darse. Una vez más siento el agrado de mencionar a los más destacados del año en la comunidad y dejarlos inmortalizados. Si bien algunos jamás ganarán el premio a mejor jugador del año, siempre podrán ser recordados como la decepción. Difícil que alguien logre igualar el tricampeonato de La Piara, pero nunca se pierde la fe. Lo bueno de esta comunidad es que se reinventa y cada vez aparecen nuevos personajes y los peores jugadores terminan volviendo rookies y, finalmente, los mejores. Por ejemplo, muchos consideraron durante años que Diego Aldana era el peor jugador que jamás había existido en nuestro país, pero este año demostró que podía hacer top 8. 

Ese negro gordo y sucio debe ser lo peor que ha existido en la televisión peruana. En estos momentos, hay un personaje que está muy cerca de ser el paralelo exacto a esta escoria. No por el parecido físico ni mucho menos, sino por lo tóxico e innecesario que es en este mundo. Sobretodo en la comunidad. El día de ayer se confirmó que  merecía ser atacado y denigrado por un tiempo por haber sido el menos consciente de todo el grupo que se encontraba en Deporcentro. Si bien todos reíamos y estábamos atentos de que la pelea se mantuviera de manera limpia, solo un personaje se dedicaba a generar el tilt que podía haber ocasionado la verdadera degenación de la pelea y se vuelva algo serio. Sí, me refiero a La Berta. Comenzó a atacar verbalmente a Screech en el momento menos indicado y demostró su falta de conocimiento a la hora de pelear.

Desde niño, solo escuchaba sobre la grandeza de la selección Argentina de fútbol. Mi padre, quien es la persona más fánatica de ese deporte, que conozco, siempre me mencionaba sobre dicho equipo y crecí con la idea de que eran la última chupada del mango. Bueno, en esa época eran los subcampeones del mundo, campeones de América y tenían en sus líneas al mejor de la historia. Entonces, se entendía que la albiceleste era lo que era. 

Sí, tendremos una mujer presidente. Aun no se sabe cuál de las dos féminas será, pero es casi seguro que ambas llegarán a la segunda vuelta. Siendo misógino, esta situación no me llena mucho de gracia, pero es lo que hay y se tiene que aceptar. 

Jorge Corpancho es conocido en la comunidad con el apodo de Naranja. Se hace llamar así porque es pelirrojo y pecoso. Pero para ser honestos, una naranja es demasiado grande para lo que representa. Su verdadero apodo debería ser Mandarina. Es más pequeña y fácil de comer que una Naranja, ya que todo el mundo se lo come en Magic, Hearthstone y LoL. Con el poco tiempo que lo conozco, me di cuenta que es el gemelo mental de LaBerta y Cachi. Son tres personas que piensan, exactamente, igual; y por ello, se diría que son la misma persona en tres cuerpos distintos. ¿Por qué los menciono? Bueno, Mandarina me preguntó para cuándo saldría un nuevo artículo, y solo escribo lo que se me viene a la mente en este momento.

El primer comentario fuerte que escuché sobre el Oscar fue cuando mi gran amigo Malkitech dijo “cualquiera se deja penetrar por los 4, uno tras otro”, en referencia a The Big Short. No sé qué tantas ganas uno pueda tener con Steve Carell, porque con Gosling, Bale y Pitt, uno se convierte en John Wayne para toda la vida.