Sátira sobre la creación

Si tuviéramos que definir al Génesis como algo, eso sería una metáfora para explicar el porqué del comportamiento humano. Por eso, en ese momento, Dios creó al hombre y a la mujer. Adán y Lílit les puso de nombre. Adán representa al clásico hombre: virilidad, dominio, fuerza y sumisión de la mujer. Pero, ¿por qué sumisión de la mujer?, ¿por qué Dios crearía al hombre con la idea mental de que es superior a esta y que debe serle sumisa a sus órdenes? La razón es simple: Dios se equivocó.

Lílit representa lo que el 0.001 % de las mujeres representan: independencia, inteligencia, belleza. ¿Independencia, inteligencia?, cuidado, eso va muy en contra del machista Adán. O sea, si es inteligente e independiente no se dejará dominar ni será sumisa. ¿Es una contradicción, verdad? Bueno Adán y Lílit se conocen y comienzan a darse cuenta de sus notables diferencias físicas y mentales. Y al estar desnudos y ser los únicos de su especie, Adán tiene una erección y se siente atraído hacia la vagina de Lílit, la cual también se siente atraída hacia él, y comienzan a besarse, acariciarse y tocarse las partes íntimas. En estos momentos, Dios se deleita y mira con orgullo que su creación es buena y es casi probable que el hombre y la mujer se lleven bien de la manera que los creó y abunde la tierra de niños. Pero, cuidado, Adán ha sido creado para dominar a la pobre de Lílit, y esta, que es más liberal que Adán, no se deja acomodar en poses que considera inadecuadas, y no se siente cómoda estando debajo de Adán a la hora del momento sexual, y que él tenga el control de todo. Lílit lo deja en el campo con la duda de lo que es un orgasmo. Lílit desaparece de la historia por un momento.

-Dios, escúchame, necesito que Lílit me obedezca, me sentí incompleto cuando me dejó; además, me siento solo y necesito una compañera para que me ayude a cuidar a todos estos animales y demás labores en esta tierra tan hermosa.

-Adán, lo siento. Admito equivocarme con su creación. Prohibiré a los arcángeles acercarse a ella para que no la preñen y no tenga que reproducirse nunca jamás. Ella ha sido expulsada del Edén.

-Gracias Dios. Ahora tomaré una siesta, cuando despierte espero ver a mi nueva compañera al lado mío.

-¡Arcángeles cuidadores de los cielos y del jardín del Edén, debo anunciarles algo importante: nadie debe acercarse a la primera mujer! Lílit es peligrosa. Admito haberme equivocado en su creación.

-Curioso, muy curioso, creas a tu imagen y semejanza una separación de nosotros, tus arcángeles, y los llamas hombre y mujer. Claro está, que nosotros somos una mezcla de ambos. En uno pusiste la parte fuerte y dominadora, y en la otra pusiste nuestra infinita belleza y nuestra inteligencia. Pero, te equivocaste en la mujer. ¿Por qué?, yo creo que la creaste bien. Simplemente, creas a una criatura como el hombre que ni bien te conoce y ya se te rebela y eso crea inseguridad en ti. Además, tu falta de capacidad de controlar las cosas y tu ineptitud para gobernar este mundo que lo viste muy atractivo después de millones de años del Big-Bang. ¿Crees que no sé que sacrificaste a uno de mis compañeros para poder hacer este experimento?, ¿crees que dejaré que sacrifiques a otro arcángel para darle otra maldita mujer a tu criatura? Pues no, no lo permitiré. La decisión de que seas elegido el líder del grupo fue democrática, lo admito, pero también sabes que nunca fuiste el verdadero indicado para serlo, ya que todos te eligieron por mi extrema soberbia y, en cambio, tú eres muy humilde y aceptas ideas novedosas. Por un maldito voto no pude ser elegido ganador. Gracias a Miguel. Claro, siempre es Miguel. Miguel nunca me toleró y ahora es tu mano derecha. Yo soy el mejor, el más inteligente, fuerte y hermoso de todos. Sabes que nunca me podrás superar en nada. Yo te maldigo Iahvé. Y pido consentimiento del resto de los arcángeles para realizar una nueva votación. Y esto lo hago por tu error. En tu posición nadie debería cometer errores y luego admitirlos como si fueran un mal cálculo.

-Lucifer, ya que somos un grupo democrático, decidiremos qué se debe hacer, pero no te atrevas a maldecir a Iahvé.

-Está bien Miguel, iré a dar un paseo. El Edén se ve muy apetitoso en estos días.

El Dios Iahvé no le dirigió la palabra a Lucifer por lo ocurrido. Siempre lo consideró un inferior, pero no lo demostraba. Simplemente, tenía que mostrarse humilde para seguir teniendo el poder de ser llamado “Dios del Mundo planeta Tierra”.

Luego, todo sucedió muy inesperadamente. Lucifer quería sí o sí una nueva elección y necesitaba con urgencia de un plan para que una nueva equivocación de Iahvé lo condene a dejar el más importante cargo de este planeta y, además, la jefatura del ejército de arcángeles. En ese mismo momento, mientras Lucifer pensaba, Iahvé extrajo una de las costillas de Adán y con un poco de polvo, no barro como había sido con Adán y Lílit, creó a la criatura que jamás debió haber creado, una nueva equivocación: Eva. Si nos ponemos a hacer cálculos, Lílit estaba, mentalmente, muy por encima de Adán, y del mismo modo, pero elevado exponencialmente a un millón, Adán sobre Eva. Obviamente, Eva tenía todas las ventajas para el hombre, todas las ventajas que conocemos y, claro está, desventajas. Se le ve inocente, pero no lo es, dice no querer sexo, pero bien que lo quiere, pues solo le gusta hacerla larga. Es sumisa, fácil de dominar, un verdadero parásito. Esa vendría a ser la palabra correcta para lo que Iahvé creó en ese mismo momento: un parásito. El 99,999 % de las mujeres es representado por la infame Eva, el símbolo del parasitismo, machismo, sumisión y debilidad mental.

Lucifer detectó inmediatamente lo que Iahvé había hecho, y comenzó a carcajearse, ya que su elección era inminente. Pero no contaba con el plan de contingencia que tenían Iahvé y Miguel. Mientras Lucifer se dirigía hacia la zona arbolada del Edén, esto sucedía en el cielo:

-Miguel, Lucifer debe irse, debe ser exiliado del cielo. Él y todos sus arcángeles deben ser enviados al Purgatorio y al Infierno.

-Iahvé, no sé que es eso, ¿dónde quedan esos lugares?

-El Purgatorio esta debajo del Edén. La vida es difícil ahí. Hay criaturas devoradoras y montañas. El mismo clima puede matarte y las aguas te ahogan. Sobrevivir ahí necesitará de un coraje infinito y una fuerza que el hombre aprenderá solo con el tiempo y cuando yo lo decida. El Infierno está por debajo del Purgatorio. Es un lugar lleno de fuego, con caminos en forma de anillos, donde sufrirán todos los hombres y mujeres malos o que no crean en mi palabra. No hay forma de salir del Infierno, solo Lucifer sabrá entrar y salir. Ya que quiere ser Rey y Dios de algún sitio de la Tierra, le otorgaré ese lugar y podremos descansar tranquilos.

-Iahvé, ¿en qué momento creaste esos lugares tan peligrosos?, ¿acaso ya sabías que esto pasaría o era un plan de contingencia?

-Si creo una criatura del sacrificio espiritual de un arcángel y lo mezclo con barro, dándole la forma que ustedes tienen, y la capacidad de pensar, ser inteligente e incluso llegar a rebelarse contra mí, debo tener un lugar donde mandarlos. O estás conmigo o con Lucifer, no hay término medio. Lucifer es más poderoso que yo. Él posee la clarividencia. Ese don lo vuelve el arcángel más poderoso de todos. Tú tienes que ayudarme, ¿lo harás?

-Sí

En ese momento, mientras Lucifer se carcajeaba entre los árboles, tuvo una magnífica idea, una que olvidó rápidamente, ya que ante sus ojos apareció Lílit, la mujer más hermosa de la historia, de la pre-historia y de la post-historia. Lucifer sabía que debería poseer a esa mujer tarde o temprano. Era el único ser humano perfecto y él era el único arcángel perfecto: la combinación perfecta. Acordaría un plan con ella, con el que ella sería inmortal y tendría clarividencia.

Eva se despertó y vio a Adán y vio que era bueno. Adán se despertó y vio a Eva, y vio que era buena. Adán se le acercó para poseerla sexualmente, ya que, físicamente, Eva era perfecta y muy bonita de rostro y voluptuosa sin llegar a ser desagradable. A Adán le sorprendió un dato sobre el cabello; si bien Lílit y Eva tenían un rostro parecido, la primera era pelirroja y ondulada, mientras que la segunda era morena y lacia. Adán seguía prefiriendo, físicamente, a Lílit, porque en términos más contemporáneos, esta era el paralelo a una top model mundial; mientras que Eva era el paralelo a una chica universitaria que estudia en la universidad más cara, es mantenida, además, es bonita y tiene buen cuerpo. Pero ese perfil tiene millones de ejemplares, en cambio, top models hay pocas. Físicamente, son únicas. Eva no se dejó tocar por Adán, ya que se sentía con miedo e insegura de que si estaría bien lo que harían y este se empinchó más que nunca, ya que no podía ni con una ni con otra.

-Adán y Eva, he aquí el jardín del Edén. Ustedes serán los dueños, cuidadores y amos de todo lo que se mueva aquí. Felicitaciones.

-Lílit, déjame presentarme, soy Lucifer, futuro Dios del planeta Tierra y líder del ejército de arcángeles.

-Encantada, Lucifer.

-Te tengo un plan. Sé que Iahvé te alejó del centro del Edén y, prácticamente, estás en la frontera con el precipicio. Te cuento que acabo de sembrar un árbol. Un manzano para ser más específico. El que coma de dichas manzanas podrá tener la visión total de la realidad, de tu hermoso cuerpo, del deseo, de la malicia, y de todas las cosas que Iahvé les evade contar. Anda, prueba de él y abre los ojos, su primera manzana acaba de salir.

Lílit se acercó al árbol prohibido y tomó una manzana. Era la única que había y, luego, la mordió. Finalmente, sintió algo así como un orgasmo. Fue la sensación de excitarse al estar desnuda de una manera que nunca antes había sentido. Al darse cuenta de que el estar desnuda se veía un poco impropio, le pidió a Lucifer unas prendas de vestir, y este, inmediatamente le otorgó dos trapos rojos, que según él, hacían buena combinación con su piel color leche y su cabello rojizo.

-Este es el plan: te convertiré en mitad humano, mitad serpiente y te deslizarás en el árbol, y atraerás a la pareja que bien conoces. Cuando estén lo suficientemente cerca, comienzas a hablarles de manera seductora, y les dices que coman de aquí. Y cuando ambos hayan comido, te convertirás nuevamente en lo que estoy viendo, y el error de Iahvé se verá más escandaloso, y no podrá seguir ejerciendo sobre mí.

-Está bien, lo aplicaré, querido Lucifer.

Iahvé se paseaba por el Edén y se encontró con el nuevo árbol plantado. Le sorprendió mucho y llamó a Miguel para que probara una manzana de ahí (ya habían crecido muchas). Miguel probó una y no sintió nada, ni siquiera el clásico sabor de la manzana, luego Iahvé se atrevió a probar una de ellas, y tampoco sintió nada, excepto la falta de sabor a manzana que no debería tener una manzana. Ese dato curioso, hizo que Dios recordara a la primera mujer, y cuando la halló, la vio cubierta en los senos, la vagina y el culo. Así que, mandó un trueno que retumbó toda la tierra, y se les acercó a sus dos elegidos y les dijo “¡Nunca coman del árbol de ahí, está contaminado, Lílit acaba de contaminarse, tengan cuidado, es peligroso, obedézcanme! Era obvio que no lo harían, y de puros curiosos se acercaron al árbol, así como para ver qué pasaba. Lílit ya estaba colgada de una de las ramas.

-Hola, ¿quieres probar una de estas Eva?

-No, lo tengo prohibido por Iahvé, no sabía que las serpientes también tuvieran forma parecida a la humana e incluso pudieran hablar.

-No soy una serpiente, soy igual que tú. Simplemente, sé la verdad sobre todas las cosas. Sé lo que es andar desnudo y lo vulgar que se ve. Sé que Adán solo piensa en tener relaciones sexuales y ni siquiera sabe lo que significa tener sexo o excitarse o tener un orgasmo. Tú que eres mujer debes saber lo que se siente. Para nosotras es infinito el placer. A los hombres les dura poco. Nosotras tenemos el control.

-Adán ven, acércate. Comeremos.

-No Eva, no debemos.

Lílit se curveaba sobre las ramas y miraba de manera seductora a Adán y le decía que le diera solo una mordida. Eva agarró la manzana, la mordió y se pasó el trozo mordido. Luego, Adán también la mordió (era imposible que dijera que no, teniendo a una mujer y a una mujer en forma de semimujer, y aunque Adán no sabía el porqué de ese placer escondido, estaría a punto de descubrirlo). Y se escucharon truenos. Iahvé apareció muy molesto. A Adán se le cayó la manzana y se quedo algo atragantado con el trozo. Y miró a Eva, luego esta miró a Adán. Ambos quedaron estupefactos y corrieron rápidamente a cubrirse. Sabían que estaban desnudos y eso no era bueno. Lílit adoptó su forma femenina nuevamente, y Adán logró verla en ese momento. Ahí fue la primera vez que Adán sintió miedo en su vida. Eva comenzó a ver que salía un líquido rojo de su vagina y sabía que era sangre. Lílit los miraba de lejos y reía. Luego, apareció Lucifer por detrás de ella, la felicitó y antes de que pudiera pedir la necesaria reelección del líder, Miguel apareció por detrás de ellos y le cortó la cabeza a Lílit, la cual Lucifer revivió rápidamente, y la hizo invisible para que no volviera a sufrir ningún daño. La primera mujer estaba completamente desmayada por haber sido decapitada y revivida inmediatamente. Así que, no pudo escuchar su sentencia por conspirar en contra de Iahvé. En ese momento, Lucifer sabía que sus arcángeles negros (los llamaba así por el hecho de que usaban armadura oscura) estaban siendo atacados por los arcángeles blancos (eran llamados así por usar armadura blanca o con colores claros). Miguel era el arcángel más fuerte de todos, y batallando solo, pudo con la mitad de los negros. El resto escapó al Edén. Lucifer vislumbraba todo lo ocurrido y al mismo tiempo era amenazado por la espada de Miguel. Además, su cabeza estaba contra el piso y la bota de Miguel se la pisaba. Iahvé mando a los arcángeles negros al Purgatorio y luego se dirigió a Lucifer: “Ayy Lucifer, ¿por qué me has traicionado? Eres maligno y por eso te destierro de los cielos y del Edén y nunca serás bienvenido. Desde ahora vivirás en el Infierno, donde te dedicarás a sufrir y a hacer sufrir a las personas que vivan como tú has vivido. Desde este momento yo decidiré lo que es malo y lo que es bueno: estar a mi favor es lo bueno, estar a tu favor será lo malo. Además, pronto tendré profetas en la Tierra y les diré mi plan sobre la vida y al pueblo que he elegido para que sufra por la eternidad. Pero cada uno de ellos ya tiene un lugar asegurado acá en el Edén, y tú no podrás corromperlos. Así que, mandarás a tus seguidores a que los cacen, y así será por siempre. ¿Querías tu reino? Ahí lo tienes, el Infierno será tu reino y serás el gobernador eternamente. Él que entre ahí, nunca saldrá, ni siquiera al Purgatorio. Esa es tu condena por traición. Miguel expulsó del Edén a Lucifer y cuando caía hacia el Purgatorio, los arcángeles vieron que el Sol salía, así que le pusieron de apodo “El Portador de Luz” y “La estrella del amanecer”. Los arcángeles decidieron usar dichos apodos para conversar sobre Lucifer con humanos y no dejar pistas de haber usado su verdadero nombre.

-Lílit, ¡despiértate!

-¿Qué pasó, Lucifer?

-Nos expulsaron del Edén. Tendremos que vivir eternamente en el Purgatorio y en el Infierno.

-¿Me darás lo que me prometiste?

-Sí.

En ese momento Lucifer no contaba con las degeneraciones que había sufrido fémina. No se imaginaba qué poderosa se había vuelto. El hecho de que ella haya sido decapitada, o sea haber muerto, luego haber revivido y tener ahora vida eterna. Todo eso no hacía más que convertirla en algo que ahora conocemos como vampiro. Y sí, Lílit fue la primera vampiro de la historia. Incluso Lucifer no sabía que significaba eso. Mucho menos Miguel y mucho menos Iahvé.

Iahvé no había terminado con la pareja del Edén, y estos, al estar 100 % cubiertos con hojas y plumas, sabía lo que tenía que hacer: entender al hombre como tal, luego de haber sido víctima de una seducción doble, y darle el cuidado de la mujer y de los hijos, y obligarlo a trabajar para mantenerlos. Obviamente, también sabía que haría con la mujer: dejarla ser dominada por el hombre, ya que había sido una puta al inducir a su hombre al mal. Por dicha razón sangraría más de lo normal. Tendría los dolores al momento de parir. Se quedaría en el lugar donde vivan, para cuidar a la familia y cocinar lo que el hombre, con tanto esfuerzo, consiga. En pocas palabras, los volvió una clásica familia machista. Los expulsó del Edén, pero en vez de mandarlos al Purgatorio, los mandó al llano, al planeta Tierra (para ubicar a los desubicados, el Purgatorio está en el mismo sitio que el planeta Tierra, solo que de manera invisible, solo pueden verlo los arcángeles negros, Lucifer, Lílit y los muertos).

Después de unos meses de vivir en el llano, Adán y Eva comenzaron a tener hijos: Caín y Abel. Uno era el antónimo del otro. Crecieron juntos y trabajaban juntos, pero uno era trabajador honrado, mientras que el otro era ladrón y explotador. Este vendría a ser un contemporáneo paralelo a lo que se vive en cualquier empresa, ya sea privada o pública. Jefe versus empleado: un típico caso de diferencia de trabajo versus remuneración. El jefe despidió al empleado. Caín mató a Abel. Si Lucifer tenía razón para algo, definitivamente tenía razón acerca de que Dios se equivocó al crear a Eva, y que se equivocó al sacrificar un arcángel para tomar el modelo conocido como “imagen y semejanza”. Para luego decir que lo que vio era bueno. Caín fue exiliado de la zona donde vivía su familia y fue condenado a sufrir todas las penas posibles mientras se mantuviera con vida.

Iahvé, a punta de barro y polvo, había comenzado a poblar la tierra por diferentes sitios. Mientras que Lílit, a punta de sexo, había comenzado a parir demonios. Tuvo que llegar el momento en que Lílit y Caín se crucen, tengan relaciones sexuales, y, claro está, esta lo convierta en vampiro, el primer vampiro hombre de la historia. Caín había muerto y revivido en ese mismo instante. Por lo tanto, se rompía la maldición impuesta por Iahvé.

María estaba en su cama un día, cuando, de repente, una sombra blanca entró por su ventana y la violó. Para variar, Dios se equivocó de nuevo. Treinta y tres años después:

-Tengo miedo padre.

-No tengas miedo Jesús de Nazaret, tengo un plan que te hará famoso por la eternidad y te convertirá en la persona más famosa de todos los tiempos.

-¿Quién eres?

-Soy Lucifer, el ángel caído.

-¿Qué pretendes al querer hablar conmigo?

-Sé de tus miedos, pero tengo tu solución.

-No debo hablar contigo. Vete.

-Te darás cuenta que ahora puedes revivir muertos, caminar sobre el agua y convertir agua en vino. Cuando sientas ganas de agradecerme solo pronuncia mi nombre. Aquí estaré.

-¿Y por qué mi padre no me dio esos poderes?

-Porque solo quiere que hables de él, y que le prometas al mundo una salvación que no llegará. Además, sabe que yo tengo más seguidores, pero contigo se cambiará la balanza. No te pido que seas mi seguidor, solo quiero que seamos aliados.

-¿Qué debo hacer?

-Ser crucificado. En ese momento te convertirás en el hombre más famoso del mundo. Una vez muerto, irás al Edén, me traerás las llaves de salida del Purgatorio, y finalmente, te resucitaré. Una vez que eso suceda, mataré a tu padre y serás el nuevo Dios. De una u otra forma tu padre te mandará a la cruz, solo que de esta forma tendrás un trato conmigo. ¿Qué dices?

-¿Cuál es tu beneficio?

-Demostrar que soy el arcángel más poderoso y que tu padre siempre se equivocó.

-Interesante. ¿Y qué pasaría luego de eso?

-Tregua indefinida entre el cielo y el infierno y dejaríamos que los hombres hagan lo que quieran con el mundo. De una u otra forma tendremos nuestros seguidores, pero tú serás el más loado en el universo. ¿Qué opinas?

-Tengo una condición.

-Pide lo que desees.

-María Magdalena se viene conmigo.

-Hecho. Le diré a Caín que te de un beso en la mejilla cuando el momento indicado llegue.

-¿Caín, el hijo de Adán?

-Judas Iscariote. Él no sabrá de este trato ni nadie. Todo será secreto. Te estaré cuidando, no te preocupes.

-Nos vemos…

Definitivamente, Dios, te equivocaste…