El renacer de Cantuarias

Dice la leyenda, que si una puta es puta una vez, será puta por siempre, ya que en cualquier momento requerirá dinero, y volverá a trabajar en lo que mejor sabe hacer. Lo mismo pasa con el reconocido water miraflorino. Sí, me refiero al centro comercial Cantuarias. Este local ha tenido subidas y bajadas. Tuvo épocas donde fue la reina de Lima, y otras donde, quizá, fue el peor antro que podía pisar un ser humano. Lo bueno es que ha vuelto, y aunque se diga que todo aquello que vuelve, se convierte en basura, esperemos que este típico local, dure más que sus predecesores.

El sábado 5 de febrero me dirigí hacia el sitio en sí. En el parque Kennedy había una convención de abrazos gratuitos. Esto consistía en recibir abrazos de féminas, probablemente, atractivas para subirse el ánimo del día o por la simple perversión de estar cerca a un cuerpo cálido y joven. Tuve la suerte de no abrazar a ninguna, ya que nunca fui bueno para los abrazos, y además, podía tener una violenta erección en plena interacción, y eso habría sido demasiado vergonzoso. Seguí de largo y entré, fumando un Marlboro, al sótano de los parásitos.

Lo primero que vi fue al grande hijo de perra Julio Bejarano, con su típico traje marinerito, con las medias hasta la rodilla, y el peinado de mamá. Le hice una reverencia en mi clásica burla hacia él, y como siempre, se le subió la moral. “Esta basura, cree que se lo digo por estima” pensé. También, estaba el campeón mundial Jimmy Sam, esperando ansioso la llegada de Vlad y el inicio del torneo extended.

Como una monja poseída masturbándose con un crucifijo y drenando sangre por el esfínter, llegó Vlad recien bañadito y con la frente más brillante que nunca. Jimmy alzó los brazos y dijo “esto ya pagó”. Tenía razón. Ahora todo tenía sentido. El torneo podía empezar.

Como es típico, Tropyfish confundió a nuestro campéon con la familia Sam dueña de un casino reconocido y del Perú. Jemmeh se negó, modestamente, y luego dijo “este iluso cree que mi familia es dueña del Perú… mi familia es dueña del mundo”. “Típico”, agregué.

El metagame extended fue el siguiente:

-Faeries (Jemmeh)

-5cc (Moi)

-Reveillark 5cc (Kenneth Romero)

-Pyromancer (Vlad)

-Monowhite Quest (Juan Elías)

-BW tokens (Gringo Carl)

-Open the Vaults (Don Pedrito)

-Merfolks (Memnarch y JB)

-Kithkins (Luigi, quien es el ahijado de Ricardo Zapater)

-Gigantes (Rulpen)

Uno podría burlarse durante horas por lo diferente del meta a como es en el mundo, pero para ser el primer torneo extended en Lima, desde la rotación, creo que está bien para comenzar. Hice 3-1. La primera le gané a La Juana; la segunda, a Vlad; la cuarta, a Luigi. La tercera la perdí contra JB por, excesiva, mala suerte, ya que ese huevón es basura de persona y de jugador… ¡y lo saben!

Se supone que el martes hay otro torneo, así que mi presencia ahí será tácita, y jugaré todo el extended peruano que pueda para desempeñarme lo mejor posible en el próximo PTQ. Está de más decir, que si bien mi deck no figura en el metagame exterior, no se puede suponer que todos los demás jugadores se van a adaptar a él. Estando en el Perú uno debe adecuarse al común de la gente para no entrar en lloriqueos. Justamente, por eso juego 5cc, porque es el deck con mayor cantidad de respuestas para lo que se me pueda sentar al frente.

Saludos…

Comentarios

  1. "...Como una monja poseída masturbándose con un crucifijo y drenando sangre por el esfínter"
    jajaja, puta, las webadas que escribes.

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