the show must go on

Anoche caminaba por las calles del centro de Jesús María, cuando de pronto, mientras esperaba que la luz del semáforo cambiara a verde, una chilena me saludó y comenzó a hablarme. No crucé esa pista hasta después de media hora.

Desde niño, siempre me gustó mantener el show, y hacer todo lo posible por alargarlo al máximo y divertir a la gente, a costa de ellos o a costa mía. ¿Por qué tengo ese fanatismo en volver momentos normales en épicos? Porque todo se trata del entretenimiento, de las risas, de las bromas, de las sátiras, de la burla y de lo que parezca obvio, sea entendido de otra manera gracias al show. La gente siempre busca divertirse de una u otra manera, pase lo que pase, y cueste a quien le cueste. No obstante, debo admitir que la desesperación por lograr un momento de entretenimiento me ha llevado a ganarme enemigos (si es que es la palabra correcta). Y es por el show que este blog existe y por el cual me he metido en situaciones ridículas, solo por las ganas de tener algo qué escribir, y es así que cada vez que alguien me detiene en la calle (sobretodo si es mujer) le sigo la conversa para ver dónde termina.

Cuando detecté el dejo del país sureño, me pregunté qué podía estar buscando la fémina. Resulta que era una espiritista y vivía hace un año en nuestro país. Luego de un rato, apareció su compañera y me dijeron sus nombres espirituales: Lakshmi y Danishta (algo así). No quisieron revelar su verdadera identidad, y me comenzaron a hablar sobre el por qué ser vegetariano y cómo mejorar el yo interior. Además, me invitaron a su templo, donde me iban a contar más historias acerca de cómo se conocieron, etc.

Muchas veces he continuado una historia por el show, pero esta no sé si valdrá la pena. ¿Ustedes qué creen? ¿Debo inmolarme por la experiencia de ir a un templo espiritista y contar mis vivencias? Si lo ponemos en una balanza, realmente, no tengo nada que perder. La pregunta final es ¿Debo seguir metiéndome en situaciones que pueden llegar a ser peligrosas solo por el show? Ya veremos.